jueves, 13 de julio de 2017

El hombre y el perro...

¡Vaya amistad tan vieja esa...!, la del hombre y el perro; con más de 30,000 años de aventuras.
 
Cazaron juntos y antes de que la mesa separa sus comidas, comieron uno al lado del otro alrededor de una fogata en algún paraje perdido. El perro dejaría de temer a sus depredadores pues tenía a su lado a su formidable amigo, el hombre; que le infundía valor. Donde el hombre comió en abundancia, el perro comió en abundancia, donde el hombre pasó hambre, el perro pasó hambre.
 
No se imaginó el perro todas la aventuras que le esperaban al lado del hombre, pues juntos conquistaron continentes, cruzaron océanos, incluso irían al espacio. Y no se imaginó el hombre que ganaría amigo tan leal y entusiasta como el perro y que llegaría a quererle tanto.
 
El perro debió aprender que cuando el hombre mostraba los dientes, era su manera de decir: "me alegra verte" y el hombre debió aprender que ese menear de la cola, significaba lo mismo. Sonrisa y menear de cola, cosas de amigos.
 
Ahora ambos viven en cajas en grandes ciudades; pero su amistad se remonta a aquella época donde deambulaban por los grandes espacios, mucho más libres que ahora; pero siempre amigos y siempre juntos a donde toque ir... Y en la historia de la Tierra, no ha habido otra amistad entre dos especies tan noble y tan extraordinaria, como la del perro y el hombre...

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