Corazón Salvaje

Como avanza la brisa en la selva; indetenible, acariciando las hojas de los árboles y refrescándolo todo a su paso, así te he visto vivir Corazón Salvaje. Con la aventura por camino y la libertad por bandera; no dejes de vivir así.

Y a tu paso, de todos sé amigo, pero sin renunciar a tu libre criterio ni a tu lucha. Y cuando luches, hazlo en vista de lo bueno, lo justo, lo debido, no del orgullo.

Siempre edúcate, y libremente para no renunciar a tu derecho a cuestionarlo todo; lo verdadero permanecerá.

Eres huracán en el pecho y agua calma que se desliza. Eres pasión y eres serenidad... He visto tu coraje en la tormenta y tu paz en la madrugada con los ojos reflejando un cielo estrellado.

Establece el rumbo..., mi rumbo, que se escuche tu andar por el camino...

Avanza con los ojos del alma abiertos, pues el alma puede ver la verdad. Y no por ello descuides la razón que sabe encontrar la relación entre las cosas. Juntas te permitirán entender los dos mundos donde vives.

Siempre, siempre, que de ti emane bondad, es de corazones fuertes, sanos y libres. Y en el amor no te traiciones, sólo quédate con quien refleje tu alma; menos que eso es resignación y terminará siendo una prisión de la querrás escapar un día.

En ti me pierdo Corazón Salvaje, en el misterio de tu existencia…

Sé digno en tu camino, trata a un rey como a tu igual y así mismo a un mendigo; esa es la medida de la dignidad y la encontrarás en aquellos que tienen el alma grande.

Por último..., sé sabio, sí..., sé sabio para tener la felicidad a tu alcance y fuerte para sostenerla en los vaivenes de la vida. Y cuando la muerte venga; que te encuentre satisfecho de la vida que has vivido. Sonríele, es sólo otra aventura Corazón Salvaje...

He aquí tus leyes, tus propias leyes, he aquí tu voz.